Comenzar diciendo que la ciudad de Quebec se diferencia de otras ciudades de Canadá por la ausencia de expresiones de arte urbano en sus calles salvo algunos muros auspiciados por las autoridades municipales. Es difícil encontrar manifestaciones espontáneas en ninguna de sus diferentes facetas en la zona más céntrica de la ciudad.
En esta zona de Charest Boulevard Est conviven una zona de murales auspiciados por las autoridades municipales con otra en la que las mismas autoridades permiten la “libre expresión de los artistas”.
En la primera zona, conocida como los Frescos de los Pilares, se encuentran las siguientes obras:
- La catedral y el fondo del mar, obra de Hélène Fleury
- El cuento y la puerta del paraíso, obra de Hélène Fleury, Denis Jacques y Pierre Laforest
- El Reloj, obra de Zone-Art
- Homenaje a los circos de Quebec y al Templo multicultural, obra de Zone-Art
La segunda zona dentro del mismo espacio ha sido puesta a disposición de los artistas por el Ayuntamiento de Quebec en un intento de regular esta actividad con unas reglas establecidas en cuanto a horarios, limpieza del lugar, temática,… Los artistas locales lo consideran insuficiente por su ubicación inadecuada, poco visible y por la escasa apuesta de la ciudad por este tipo de arte a diferencia de otras ciudades de Canadá.
Más información:
Des murs à la disposition des graffiteurs
Una pena la limitación que impone la Municipalidad de Quebec a la expresión artística urbana, porque las obras que mostrás son muy buenas.
Gracias como siempre por compartir, querido Miguel.
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El centro histórico de Québec es un lugar a proteger pero como se demuestra con otros murales que mostraré más adelante todo se puede compatibilizar
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